Actualmente, al decidir tratar a un paciente, disponemos de un IF-beta1b (Betaferon) y dos IF-beta1a (Avonex y Rebif), hemos recopilado los datos de 194 pacientes vistos en nuestra unidad, con diagnóstico de esclerosis múltiple clínicamente definida y que iniciaron tratamiento con interferón beta, con el objetivo de acercarnos a entender qué variables pueden influenciar en la elección de uno u otro interferón, y también hemos recopilado los efectos adversos más asociados con cada tratamiento en nuestra serie.
A la hora de plantear el tratamiento es preciso tener en cuenta numerosos aspectos que van desde la evaluación de los estudios comparativos publicados que confrontan diferentes dosis y distintos interferones, hasta la frecuencia de administración, la vía de inyección intramuscular o subcutánea o connotaciones particulares de cada paciente, y por supuesto los posibles efectos adversos que puedan presentar.
Queremos destacar fundamentalmente algunos resultados, por ejemplo se encontró que el cotejo de efectos adversos fue en general más favorable para los pacientes tratados con Avonex , y que además este tratamiento fue mayormente indicado a mujeres (pensamos que su dosis menor, ha provocado un sesgo de selección siendo indicado a pacientes con menor peso, generalmente mujeres, también la menor dosis y frecuencia de administración lleva a que se registren menos efectos adversos cutáneos), no obstante la fiebre en ellos permaneció más tiempo que en los otros, y también hubo más mialgias por el hecho de su administración intramuscular. Por otra parte los pacientes con mayor peso o con una EDSS basal más alta fueron tratados con Rebif o Betaferon (buscando probablemente una mayor acción terapéutica, como se ha venido a indicar en estudios comparativos publicados).
De este trabajo se desprenden algunos datos descriptivos, que no son válidos para extraer conclusiones sobre eficacia. pero que pueden incidir a la hora de decidir el tratamiento más idóneo, no obstante esta decisión pasa también por el conocimiento de las necesidades de cada paciente no solo en relación a su enfermedad sino también de tipo familiar y socio-laboral. El contacto con el paciente es como siempre al final de la cadena la parte más importante en estos casos en que no existen evidencias absolutas para elegir la terapia más adecuada.
Autor: Dr. D. Miguel Angel Gamero García
Neurólogo de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Virgen de la Macarena (Coordinador: Dr. G. Izquierdo)