Aunque para contrarrestar esta información, concluye que las personas con formación universitaria registran un menor índice de paro y de contratos temporales.
POSIBLES MOTIVOS
Uno de los motivos que parece apuntar más alto, es que la elevada tasa de paro en la mayoría de países europeos obliga a muchos titulados a aceptar empleos de mejor cualificación. Destacar que solo el 50% de los Europeos diplomados, de entre 25 y 34 años realizan actividades relacionadas con su trabajo y nivel de cualificación. Aunque como he iniciado el artículo, España, al igual que Francia y Chipre, no superan el 40%. Todo esto requiere que todos los países estudien estrategias para conseguir que la economía europea no deje de ser competitiva.
Por otro lado, existe un importante desajuste entre la oferta y la demanda de titulados universitarios. Hemos luchado por la igualdad de oportunidades, ello nos ha llevado a que podamos elegir la carrera u oficio a desempeñar dentro de nuestras posibilidades, sin atender a las ofertas laborales que realmente existan. Muchos son los que eligen una carrera sin una perspectiva clara de qué van a hacer después con ella, sin conocer las posibilidades. Un ejemplo claro, son los estudiantes de Magisterio, a un lado están los que tienen claro que la oposición es un camino seguro, aunque no lo tomen, y al otro lado, los que ni siquiera se han planteado que ese sea el camino.
¿DEBERÍA POTENCIARSE LA FORMACIÓN PROFESIONAL FRENTE A LA UNIVERSITARIA?
Teniendo en cuenta que van en aumento las dificultades de los universitarios para encontrar un puesto de trabajo para el que están preparados, se deben estudiar otras vías de formación que faciliten encontrar un puesto de trabajo acorde a las expectativas.
El estudio Eurydice, revela que en España la Formación Profesional (F.P.) sigue siendo una vía poco utilizada. Aunque va en aumento, ya que un 38% de los alumnos/as deciden seguir sus estudios por este camino.
Un error social ha sido que la F.P. ha sido tradicionalmente considerada como el camino que seguían aquellos que no tenían suficiente capacidad para estudiar. Erróneamente se ha considerado así, cuando en realidad era y es una formación de 3 a 5 años, muy especializada.
Y es esa concepción errónea la que genera estos desajustes tan grandes, ya que empresas buscan a licenciados y diplomados para realizar trabajos que inicialmente iban destinados a personas con F.P. Si se optara en mayor medida por este tipo de estudios, se abriría la oferta de especialidades y subiría la concepción de estos estudios. Ya que no debemos olvidar, que hoy en día tener carrera no asegura conseguir trabajo, no el trabajo acorde a la carrera. Debemos explicar que lo importante no es la carrera, sino las habilidades que les enseñarán a ejercer una labor concreta y que le asegurarán un futuro cierto.
¿EXISTEN DIFERENCIAS ENTRE MUJERES Y HOMBRES?
La tasa de paro masculina y femenina de los distintos países europeos, entre 25 y 64 años, según los distintos niveles de educación varía. En España, las mujeres con un nivel alto de educación registran una tasa de paro del 10,6% (4,8 en la UE) frente a los hombres cuya tasa se sitúa en torno al 4,7% (3,7 en la UE).
En cambio para los niveles de educación más bajos las tasas de paro son mucho más elevadas: para las mujeres, 17,5% (11,7% en la UE) y 7,7% en los hombres (8,8 en la UE).
CONCLUSIONES:
Debido al aumento del abandono de los estudios a partir de los 19 años en España, sería necesario:
– Orientar a los adolescentes, atendiendo a sus vocaciones (si existen) pero sin olvidar la realidad laboral.
– Que las Consejerías de Educación ofreciesen mayores ramas de Formación Profesional.
– Que la Universidad Española respondiese a las posibilidades laborales evitando masificaciones en determinadas ramas.
Autora: Rosa Rodríguez (Pedagoga)
