Esta afirmación se apoya en las conclusiones del trabajo publicado en «Journal of Clinical Chemistry», por el equipo de José Carlos Álvarez-Cermeño, responsable de la Unidad de EM del Hospital Ramón y Cajal.
La importancia de este hallazgo estriba en demostrar cómo los anticuerpos de las proteínas IgM que se pueden determinar en este fluído, son capaces de destruir parte de las células del sistema nervioso central.
El paper de estos clínicos (Villar, Espiño, Costa-Frossard, Muriel, Jiménez y Álvarez-Cermeño) se une a su investigación para entender la etiología de la dolencia, aún desconocida, aunque se van encontrando respuestas a los interrogantes. Los neurocientíficos sospechan que puede deberse a factores como falta de vitamina D, exposición a algún agente viral, o a la predisposición génica, entre otros. Los neurólogos de ese centro sanitario que dirige Javier Maldonado, fueron pioneros en utilizar el análisis de líquido cefalorraquídeo mediante el estudio de sus proteínas (bandas oligoclonales) para el diagnóstico precoz de la EM. Ahora trabajan en predecir la agresividad de la patología mediante el estudio de este líquido, viendo la aparición o no de inmunoglobulinas M (Bandas de IgM). Es un proceso complicado, pero cuya resolución se traducirá en beneficios para estos pacientes.
Fuente: larazon.es