La escucha activa se ha convertido en un pilar fundamental en la atención de los pacientes con Esclerosis Múltiple. Y no solo en las consultas de Neurología, sino también en otros campos como la Enfermería. La presencia de una enfermera de referencia y una buena relación con los pacientes favorece una mejor adherencia al tratamiento y mejora el control de los síntomas de la enfermedad. Así lo explicó ayer Noelia Becerril, enfermera del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, durante la jornada ‘EMCare’, organizada por la compañía Biogen en Sevilla con motivo de la ‘Semana de la Esclerosis Múltiple’ que se celebra estos días en Andalucía.
Según el estudio ‘ME Interesa’, publicado recientemente por Novartis, las enfermeras son los profesionales sanitarios mejor valorados por los pacientes EM, ya que entre las dos partes se establece una especial relación de confianza. “Este proceso de confianza debe establecerse desde el mismo momento del diagnóstico, de forma que cuando empiecen a aparecer los problemas ligados al curso degenerativo y progresivo de la enfermedad, el paciente se sienta cómodo y le cueste menos hablar de determinadas cuestiones que en otro contexto o con otra persona no abordaría”, explicó Becerril.
Las alteraciones de la función sexual también pueden aflorar en el curso de la enfermedad y los pacientes se muestran preocupados y condicionados en su proyecto de vida personal por este motivo. “Por lo general se trata de pacientes jóvenes a los que la enfermedad les sorprende en plena etapa de crecimiento y desarrollo personal. Los problemas más comunes están relacionados con la pérdida de la libido, problemas de erección y trastornos urinarios; todos ellos tienen impacto en sus relaciones sexuales”, subrayó Becerril.
Por eso, la comunicación es percibida por el personal de Enfermería como un instrumento clave para alcanzar el sentimiento de confianza y de vínculo en la relación enfermero-paciente. Esta relación es igualmente importante en la estrategia terapéutica, según explicó Becerril: “Se ha visto que la presencia de un enfermero de referencia favorece una mejora en la adherencia al tratamiento y, por lo tanto, mejora el control de los posibles efectos secundarios. La enfermería es capaz de detectar problemas o potenciales efectos secundarios que ayuden a reorientar la estrategia terapéutica para lograr los mejores resultados”.
Por otro lado, la neuropsicología ha demostrado ser una técnica que puede ayudar y apoyar al paciente con EM, dando unas pautas de vida. Así, Ofir Rodríguez, enfermera de consulta de EM y Neurología del H. U. Puerta de Hierro Majadahonda de Madrid, declaró durante la jornada que todas las unidades de Esclerosis Múltiple deberían contar con un profesional en neuropsicología, “por la ayuda a los pacientes y el apoyo profesional al equipo, principalmente a la enfermería”. “La educación sanitaria es el instrumento fundamental de enfermería para dar información veraz, concienciar de la importancia de una buena adherencia al tratamiento y acompañar al paciente en las diferentes etapas para poder mejorar su calidad de vida”, concluyó Rodríguez.
Fuente: http://empositivo.org