El inicio del tratamiento de la esclerosis múltiple tras la primera recaída retrasa la aparición de una segunda y reduce la posibilidad de sufrir la enfermedad de forma definitiva, según destacó hoy la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo del Día Nacional de la Esclerosis Múltiple que se celebra mañana, 18 de diciembre.
Esta enfermedad, que afecta a la mielina del sistema nervioso central y que además produce la discapacidad de los pacientes que la sufren, afecta en España a aproximadamente 60 personas por cada 100.000 habitantes y, cada año, la incidencia se sitúa en 4 nuevos casos por 100.000 habitantes.
Por ello, desde la SEN y su Grupo de Estudio de enfermedades Desmielinizantes se hace especial hincapié en difundir los síntomas de esta enfermedad y en informar que se trata de una enfermedad neurológica, ya que el tratamiento precoz determina la evolución de la enfermedad. A los síntomas motores se unen también síntomas cognitivos que es necesario identificar y tratar adecuadamente. «Es importante detectar las alteraciones cognitivas ya que éstas influyen en el ámbito del trabajo y en el ámbito familiar», afirmó la doctora Celia Oreja-Guevara, coordinadora de dicho grupo de la SEN.
A la hora de realizar el diagnóstico, existen diferencias notables en el conocimiento que cada paciente posee de la enfermedad. En áreas urbanas y pacientes de un nivel socioeconómico medio-alto, en general el paciente acude al neurólogo habiendo leído en Internet acerca de la enfermedad. En áreas o poblaciones con menor nivel cultural o inferior acceso a los medios de comunicación, los pacientes llegan a la consulta con escasa o nula información, al igual que ocurre con las personas de mayor edad.
El diagnóstico puede producir un fuerte impacto en el paciente y su entorno, siendo la depresión un síntoma frecuente que aparece a lo largo de la enfermedad, bien sea por la incertidumbre que crea esta patología o por los problemas derivados de la misma.
Por ello, «es fundamental el apoyo que brindan las asociaciones a los pacientes tanto al principio, cuando el paciente es diagnosticado y necesita información, como después, cuando necesita ayuda para las prestaciones sociales», explicó esta experta.
En cuanto al origen de esta enfermedad, y aunque sigue siendo una incógnita, distintas observaciones permiten abordar la esclerosis múltiple desde dos perspectivas distintas aunque no excluyentes. En la actualidad, la hipótesis más aceptada es que existe una predisposición genética a la que se sumaría un factor ambiental, posiblemente infeccioso, que en este momento es desconocido y que sería el desencadenante de la enfermedad.
Fuente: ecodiario.eleconomista.es