Este tipo de ayudas se han revelado eficaces en el fomento de la contratación de trabajadores con discapacidad, por lo que su continuidad y hasta ampliación ha de estar asegurada en la nueva regulación que prepara el Ejecutivo.
El sistema de bonificaciones vigente ha de evolucionar para tomar en cuenta la diversa realidad de partida y el distinto grado de empleabilidad de los trabajadores con discapacidad, alcanzando la mayor individualización posible.
En este sentido, se ha de bonificar con más intensidad a los grupos que dentro de la propia discapacidad presentan más dificultades de inserción, como son las mujeres o los grupos con menores índices de empleabilidad, avanzando en los esquemas implantados en los últimos años.
La situación de grave exclusión laboral de las personas con discapacidad exige el mantenimiento, como un instrumento más de políticas activas, de un diseño ambicioso de bonificaciones e incentivos a la contratación.
26 de enero de 2010
