El estudio descubrió que los títulos de anticuerpos contra las proteínas EBNA2 y EBNA3 están desregulados en pacientes con EM, lo que demuestra que el repertorio de células T específicas del VEB podría dirigirse al SNC.
En un estudio reciente publicado en la revista PLOS Pathogens, los investigadores estudiaron las respuestas inmunitarias humorales y celulares al virus de Epstein-Barr (VEB) en pacientes con Esclerosis Múltiple (EM), mononucleosis postinfecciosa (POST-IM) y controles sanos (HC) seropositivos al VEB hasta seis meses después de la resolución de la enfermedad. También evaluaron el sistema nervioso central (SNC) como blanco antigénico de las respuestas inmunitarias mediadas por células anti-VEB.
Antecedentes
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad inflamatoria crónica del SNC cada vez más frecuente en las últimas décadas. El Virus de Epstein-Barr es un posible precursor de la EM, aunque los procesos subyacentes siguen sin estar claros. Estudios anteriores informan de que las respuestas inmunitarias al VEB pueden reaccionar a proteínas cerebrales parecidas a las proteínas víricas, lo que da lugar a una respuesta inmunitaria adaptativa en lugar de a una infección.
La contribución de las respuestas inmunitarias inducidas por el VEB a la pérdida de tejido del SNC en la EM no está clara. Los anticuerpos elevados contra el «complejo EBNA» se asocian con un mayor riesgo de EM, lo que indica que los antígenos latentes adicionales del ciclo pueden causar potencialmente respuestas patogénicas. La principal distinción entre los tipos de VEB a nivel mundial es la divergencia de secuencia en los EBNAs 2A, 3B y 3C.
Acerca del estudio
En el presente estudio, los investigadores estudiaron las respuestas inmunológicas al VEB en personas con Esclerosis Múltiple, controles sanos y personas infectadas por el Virus de Epstein-Barr forma asintomática o sintomática.
Los investigadores reclutaron a participantes del Hospital Queen Elizabeth de Birmingham y del Hospital Guest de Dudley. Los participantes proporcionaron muestras de sangre y no estaban recibiendo tratamiento ni experimentaban recaídas clínicas en el momento de la donación de sangre.
Los investigadores seleccionaron controles sanos entre el personal de laboratorio, que dieron positivo en las pruebas de anticuerpos específicos contra el VEB, y donantes POST-IM, que dieron positivo en las pruebas de anticuerpos heterófilos. Proporcionaron sangre entre cuatro y seis meses después de la resolución de los síntomas. La mayoría de los pacientes se encontraban en las primeras fases de la enfermedad, con una mediana de puntuación ampliada del estado de discapacidad (EDSS) de 1,0.
Evaluación de la carga del Virus de Epstein-Barr
Los investigadores emparejaron a los individuos en función de la edad, el sexo biológico y el antígeno leucocitario humano (HLA)-DRB1*15:01. Estudiaron las respuestas ex vivo de las células T ayudantes o de los grupos de diferenciación 4 (CD4+) y de las células T citotóxicas CD8 al Virus de Epstein-Barr utilizando líneas celulares linfoblastoides (LCL) autólogas transformadas in vitro con un panel de péptidos de 15 marcadores superpuestos.
Evaluaron la carga del VEB mediante la reacción en cadena de la polimerasa cuantitativa (qPCR) y los títulos de inmunoglobulina G (IgG) frente a los antígenos del Virus de Epstein-Barr mediante ensayos de inmunoabsorción ligados a enzimas (ELISA), imágenes inmunofluorescentes y Western blotting.
El equipo utilizó citometría de flujo para examinar las poblaciones de células T dirigidas al VEB y matrices de cuentas multiplexadas para medir las respuestas de anticuerpos dirigidas al toxoide tetánico.
Utilizaron la electroforesis para evaluar la serología de la proteína EBNA y realizaron la tinción intracelular de citocinas (ICS) para evaluar las respuestas mediadas por células al Virus de Epstein-Barr ex vivo. Probaron la reactividad cruzada inmunológica ampliada in vitro contra nueve patógenos virales de Vaccinia Ankara Modificada (MVA) que expresan nueve autoantígenos del sistema nervioso central.
Resultados
Los pacientes con Esclerosis Múltiple presentaban niveles similares de Virus de Epstein-Barr en sus células mononucleares de sangre periférica (CMSP) que los controles sanos seropositivos al VEB. Los títulos serológicos de IgG contra el antígeno de la cápside del virus (VCA) y el EBNA1 eran significativamente superiores, pero los de los antígenos EBNA-2 y 3 eran más frecuentes en los pacientes con EM.
Las respuestas a los toxoides tetánicos fueron similares entre los grupos, lo que indica que el aumento de los títulos séricos de IgG contra el VCA era específico de los antígenos del VEB y no de una desregulación humoral general.
Los experimentos ex vivo demostraron que las reacciones mediadas por células a linfocitos B autólogos transformados por el virus de Epstein-Barr y EBNA1 no presentaban alteraciones cuantitativas. Sin embargo, los pacientes con EM produjeron considerablemente más interleucina-2 (IL-2) contra determinados estímulos.
Las líneas de linfocitos T policlonales diana del VEB de pacientes con EM y controles sanos mostraron un reconocimiento significativo de autoantígenos, con numerosas proteínas neuronales emergiendo como moléculas diana comunes, incluyendo la proteína de tipo básico de la mielina (MBP), la glicoproteína de los oligodendrocitos de la mielina (MOG), la proteína de tipo básico de los oligodendrocitos asociada a la mielina (MOBP) y la proteína proteolípida (PLP).
El Virus de Epstein-Barr: papel complicado y multidimensional
Las respuestas de células T y anticuerpos a EBNA1 mostraron ligeras asociaciones positivas. Los clones de células T de pacientes con EM tienen una especificidad dual para los antígenos EBNA1 y MOG. Las células T específicas para EBNA1 de pacientes con EM generan factor estimulante de colonias de granulocitos-macrófagos (GM-CSF), interferón-gamma (IFNγ) e IL-2, y la portación incontrolada del VEB no desempeña un papel significativo en la patología de la Esclerosis Múltiple. Los pacientes con MI no suelen padecer problemas neurológicos.
Los individuos inmunocomprometidos, como los infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana, no tienen un riesgo elevado de autoinmunidad del SNC y es menos probable que adquieran Esclerosis Múltiple. Es posible que los anticuerpos patógenos, como la IgG EBNA1, no sean suficientes para causar la patología de la EM; estudios posteriores podrían evaluar su capacidad para unirse a la proteína propia.
El estudio descubrió que los títulos de anticuerpos contra las proteínas EBNA2 y EBNA3 están desregulados en pacientes con EM, lo que demuestra que el repertorio de células T específicas del VEB podría dirigirse al SNC. Los datos sugieren que el Virus de Epstein-Barr desempeña un papel complicado y multidimensional en la formación y progresión de la EM, lo que podría explicar el alto nivel de heterogeneidad de la enfermedad entre los individuos.
Se requiere un mejor conocimiento de la función del Virus de Epstein-Barr en la autoinmunidad del Sistema Nervioso Central, y las futuras terapias contra el VEB, como la inmunización o la terapia de células T adoptivas, deben diseñarse con prudencia. Las respuestas de células T específicas de LCL y EBNA1 en la EM fueron comparables, aunque ligeramente elevadas, a las de los controles sanos, lo que indica que los pacientes con EM tenían un control inmunitario viral adecuado.
Fuentes
Estudio: Thomas OG, Haigh TA, Croom-Carter D, Leese A, Van Wijck Y, Douglas MR, et al. (2024) Heightened Epstein-Barr virus immunity and potential cross-reactivities in multiple sclerosis. PLoS Pathog 20(6): e1012177. DOI: 10.1371/journal.ppat.1012177, https://journals.plos.org/plospathogens/article?id=10.1371/journal.ppat.1012177