Explican que la esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que se produce cuando los linfocitos T atacan las vainas de mielina que aíslan las fibras nerviosas en el cerebro, la médula espinal y el nervio óptico. Sin esta capa protectora, los nervios son incapaces de enviar señales eléctricas en el organismo. En los seres humanos la enfermedad continúa durante décadas, destruyendo de forma lenta el sistema nervioso central.
Los científicos han desarrollado linfocitos T reguladores que suprimen las enfermedades autoinmunes múltiples en ratones, incluyendo el modelo animal de esclerosis múltiple. Para crear estos linfocitos T que combaten la enfermedad, inmunizaron a los ratones con componentes químicos conocidos como copolímeros de aminoácidos y cultivaron linfocitos T del bazo y los ganglios linfáticos de los animales.
Estos nuevos linfocitos T segregaron altos niveles de interleucina 10 y 13 (IL-10 y IL-13), las cuales desempeñan un importante papel en la inmunosupresión.
Fuente: Jano.es
Según los investigadores, cuando los linfocitos T que segregaban IL-10 se transfirieron a los ratones con enfermedades autoinmunes inducidas, incluyendo aquellos con esclerosis múltiple, las células evitaron o disminuyeron la enfermedad.